sábado, 5 de septiembre de 2009

Con su implacable presencia



Salir de casa y perderse en fin de semana ( en todas las interpretaciones posibles), encontrarse cara a cara con la vida siempre inherente a la muerte, morir un poco en cada "snif", pintarse el paladar con los sabores acidulces de tus labios mentirosos, alucinados y engañosos: La belleza es el principio del mal; dijo mi nodriza de la estetica; así me tocaste la vista, con tu Kalos o con tu apariencia de bueno.


Cuando ella estaba frente a mi, su atuendo rosa cubria su cuerpo rasgado y deformado por las llamas.