La niña atravesaba la avenida en la parte trasera de una motocicleta, sus largos cabellos castaños ondeados por el viento de cuando en cuando le cubrían los ojos; sonriente movía la cabeza de un lado a otro, y hacia atras disfrutando del aire mientras soltaba una sonrisa al viento, sus grandes y oscuros ojos dejaban ver a una casi mujer de 16 años que contrastaba con sus resplandecientes labios carmín.
El hombre que manejaba la motocicleta ocultaba el rostro bajo un casco color rojo, pero las 20 libras de más que dejaban ver parte de su torso dibujaban un rostro viejo.
El viento no le turbaba nada y aún encima lanzaba el pecho hacia el frente desafiandolo todo, e incluso sólo una de las manos dirigía la motocicleta mientras la otra bajaba por el costado para acariciar las piernas de la niña-putita que había subido dos cuandras antes.
