viajando en un
autobús que despide olor a miseria, pobres hombres que efunden el hedor pese a la colonia barata que venden en las colonias donde se agolpan uno tras otro cientos de ambulantes, asentados sobre banquetas manchadas con sangre de una virgen violentada y humillada por los pestilentes hombres que se transportan día a día en este
autobús apestoso que transita sobre un
río de aguas negras, y a su lado un auto con vidrios polarizados:
extorsión y secuestro
express.
1 comentario:
De blog a blog llegue aqui, saludos!
Vaya, al leer tus lineas solo puedo imaginar en escalas de grises, enter tanto caos y miseria hoy tengo otro motivo para llorar una vez más jajaja
Ciao, gran texto!
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